Otros Servicios - Poda de Palmeras
 
Está demostrado que una palmera en estado natural siempre tiene el mismo número de hojas. Esto es debido a que las palmeras controlan la cantidad de hojas que dejan secar, porque ya han cumplido su función y las que emiten nuevas, normalmente en un numero idéntico a las que se han secado, estableciendo un equilibrio, para su perfecto funcionamiento.
   

Si podamos más de lo normal, es decir, hojas verdes o las que no están secas del todo, rompemos o alteramos el sistema de regulación de la palmera y además disminuimos la capacidad fotosintética de la planta, y como consecuencia de esto, ralentizamos en gran medida su crecimiento. Para no alterar su fisiología, solo debemos podar hojas secas.
 
La corona de una Phoenix canariensis, puede albergar más de un centenar de hojas, éstas cumplen un ciclo (como en el resto de las especies), que empieza con las hojas jóvenes, que son las ultimas en salir de la yema apical, brotando desde el centro de la copa en forma de penacho y en posición vertical, debajo de éstas encontramos las hojas adultas que fueron desplazadas por las hojas nuevas y siguiendo el ciclo, un poco más hacia la base de la copa, encontramos las hojas maduras y finalmente las hojas viejas, que son las que están secas del todo y están situadas en la parte más baja de la copa.
 
Hay algunas palmeras que en climas fríos, es aconsejable dejar las hojas secas ya que éstas protegen el estípite de los agentes meteorológicos, el frío, las radiaciones solares, etc.
 
En ocasiones, una mala elección de la especie provoca que debamos podarla por falta de espacio, ya que no tenemos en cuenta el crecimiento final de la palmera. Esta causa se debe evitar dentro de lo posible, eligiendo una especie adecuada para el sitio donde la queremos plantar. Tenemos la ventaja de que el crecimiento de las palmeras es muy previsible.
 
 
 

 La poda
 
La poda de las palmeras siempre debe hacerse por algún motivo, ya sea estético o por seguridad, aunque lo mejor para ellas es no podarlas.
 
Por cuestión de seguridad cortaremos frondes tronchados por el viento o por otras causas. En especies en las que las hojas secas no persisten, las eliminaremos antes de que caigan para evitar accidentes.
 
Si por algún motivo hacemos una poda drástica, eliminando gran cantidad de hojas verdes, podemos provocar un acentuado estrechamiento en el estípite.
 
En zonas de clima frío es aconsejable podar las palmeras en los meses estivales. Pero en zonas templadas y calidas, mejor hacerlo cuando haya una temperatura por debajo de los 20 ºC, ya que si es más elevada, corre el peligro de atraer al Picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus).
 
La poda de las palmeras deben hacerla profesionales cualificados con experiencia, herramientas de corte y materiales de seguridad necesarios para llevar a cabo dicha labor.
 
Las herramientas
 
Hay diferentes tipos de utensilios y maquinas para podar palmeras, siendo los más utilizados:
 
Motosierra
Corvellón
Márcola
Serrucho
Gancho de palmero
 
Las herramientas utilizadas para podar palmeras deben estar siempre bien afiladas y desinfectadas, para no contagiar enfermedades de una palmera a otra.  
 
Materiales de seguridad
 
La seguridad en la poda es muy importante, ya que éste es un trabajo altamente peligroso. Debemos disponer del equipo de protección individual (EPI) debidamente homologado por la CEE, y cumpliendo las normas de utilización.
 
El (EPI) consta de:
 
Material anti-corte (pantalones, chaqueta, manguitos, botas, guantes, etc).
Casco con visera y auriculares.
Gafas de protección.
Mascarilla o pañuelo (para el polvo).
Arnés de seguridad.
Eslinga de acero ajustable.
Materiales necesarios para trepar, (mosquetones, cintas, etc).
Cuerda de trepa.
Salva-ramas regulable.
 
Métodos de ascensión:

 
Para ascender a la palmera podemos utilizar cualquier metodo siempre y cuando sea seguro. Intentaremos siempre que se pueda, hacerlo con cesta o plataforma elevadora, ya que es el método más seguro.
 
En algunos casos no podemos hacer la poda con una cesta o plataforma elevadora, ya que no todos los sitios son accesibles para estos aparatos. Cuando se produce este caso, uno de los materiales más usados por su comodidad y seguridad, es la "bicicleta", ésta te permite ascender y descender del estípite y girar sobre él.
 
La bicicleta consta de dos flejes de acero regulables que se acoplan al tronco de la palmera sin causarle ningún daño.
 
 
Otro método muy utilizado son los estribos, éstos constan de tres o cuatro peldaños unidos con un cordino y un mosquetón en el extremo. Se asciende y desciende estrangulando unas cintas al estípite o con unas cuerdas que las puedas regular, y cambiando los estribos conforme vas subiendo o bajando.
 
Este método se utiliza sobre todo para podar las palmeras con vainas persistentes, como las Washingtonia robusta, en las que es complicado subir con el sistema de la bicicleta.
 
Cuando se suba a la palmera ya sea con la bicicleta o con otro metodo, es aconsejable ir golpeando el tronco cuidadosamente con un martillo de nylon o de madera, para asegurarse de que no haya oquedades o pudriciones. No debemos subir nunca si no se está seguro de la estabilidad de la palmera, ya que vamos anclados a ella y si se parte caemos nosotros con ella.
 
Al repelar el estípite debemos tener cuidado de no sobrepasar el límite para no provocar heridas. En algunas especies es importante dejar las vainas secas y los recubrimientos fibrosos, hasta que se desprendan solos, ya que estos sirven de protección para el frío u otros elementos.